El encuentro entre Angola y Libia se llevará a cabo en el Estadio 11 de Novembro, correspondiente a la séptima jornada del Grupo D en las eliminatorias de la CAF para el Mundial. Este partido representa un enfrentamiento clave entre el tercer y cuarto clasificado, con ambos equipos luchando por seguir en la competencia, la cual comienza a aclarar qué selecciones tendrán verdaderas oportunidades de alcanzar un lugar en el torneo mundial.
Angola llega a este encuentro tras un desempeño variable en sus últimos cinco partidos, acumulando dos victorias, dos derrotas y un empate. En su última aparición, fueron derrotados por 0-2 ante la República Democrática del Congo en el Campeonato Africano de Naciones, un resultado que evidenció sus dificultades en ataque y cierta vulnerabilidad al enfrentarse a oponentes que tienen un nivel físico y táctico parecido.
Pese a contar con un equipo que incluye jugadores activos en diversas ligas del continente, los “Palancas Negras” no han podido establecer una continuidad en su juego ofensivo, lo que ha resultado en partidos con marcadores ajustados.
Por otro lado, Libia se presenta ante este compromiso con un panorama similarmente complicado, ya que en sus últimos cinco encuentros ha conseguido una victoria, ha empatado en dos ocasiones y ha sufrido dos derrotas, siendo la más reciente una caída por 3-1 ante Camerún dentro de la misma fase clasificatoria. Este resultado evidenció debilidades defensivas frente a un rival más fuerte, pero también puso de manifiesto que en partidos fuera de casa tienden a priorizar la organización táctica y buscar el control del ritmo del juego, evitando desajustes que podrían poner en riesgo el resultado.
Los últimos registros de los “Caballeros del Mediterráneo” demuestran que no son un equipo que produzca numerosas oportunidades de gol.
En este marco, la forecast del “under 2. 5 goles” se sustenta en la forma de jugar y la situación actual de las dos selecciones, dado que Angola ha tenido problemas para concretar sus jugadas, aunque al mismo tiempo presenta cierta fortaleza en su estadio que promueve encuentros de desarrollo pausado, en los que las transiciones se mantienen controladas.
Por el contrario, Libia no tiende a ofrecer duelos muy abiertos, y cuando juega como visitante su estrategia se centra en proteger su arco. Además, la presión por conseguir la clasificación influye notablemente en el esquema de juego, ya que ninguno de los dos equipos puede permitirse arriesgar en exceso, ya que una derrota afectaría de manera directa sus posibilidades de avanzar.