Chelsea consiguió una sorprendente victoria frente al actual campeón de la Premier League. Con goles de Enzo Fernández, un autogol de Jarell Quansah y un penal ejecutado por Cole Palmer, los Blues superaron al Liverpool de Alexis Mac Allister con un marcador de 3-1 en Stamford Bridge, asegurando su posición en los lugares de clasificación para la Champions League.
Uno de los factores decisivos del resultado fue la rápida ventaja que obtuvo el equipo londinense. Apenas a los tres minutos, una destacada jugada de Cole Palmer, quien hizo un pase al centro, permitió a un desmarcado Enzo estar en la posición adecuada, facilitándole controlar el balón y disparar para marcar el 1-0.
Aunque Chelsea mantuvo el control del balón durante una buena parte del encuentro y estuvo cerca de aumentar la ventaja a 2-0 antes del descanso, el encuentro entró en una fase menos dinámica a partir de la mitad del primer tiempo. Las ocasiones de gol fueron escasas, exceptuando algunas oportunidades aisladas que no se concretaron, debido a la falta de puntería de los atacantes, aunque también se registraron intervenciones destacadas de los porteros Robert Sánchez y Alisson Becker.
No obstante, los Blues lograron establecer el 2-0 al inicio de la segunda mitad gracias a un poco de fortuna. En una jugada peligrosa en el área del Liverpool, Virgil van Dijk intentó despejar el balón, pero este rebotó en la espalda de Jarell Quansah, ingresando así en la meta del arquero brasileño.
Los Reds buscaron alterarla dinámica del partido con la entrada de Mac Allister, quien comenzó en el banquillo. Sin embargo, el tiempo avanzó y únicamente lograron descontar con un cabezazo del defensor neerlandés en el minuto 39 de la segunda mitad.
Después de ese gol, Liverpool tuvo dificultades para crear un asedio efectivo y presionar a Chelsea, que se defendió de manera estratégica para evitar el empate, el cual finalmente no se materializó. La cereza del pastel fue el gol desde el punto penal de Palmer, quien no anotaba desde hacía 13 encuentros en la Premier.
Con esta victoria, el equipo londinense logró ascender al 5° lugar en la clasificación, a falta de tres jornadas, lo que los coloca nuevamente en la competencia por un lugar en la Champions League, mientras también mantienen esperanzas en alcanzar la final de la Conference League.
Para el equipo de Arne Slot, que ya se había coronado campeón en la jornada anterior, este resultado solo alteró sus estadísticas, al sumar su tercera derrota en 35 partidos.