Chelsea logró un triunfo de 1-0 sobre Djurgarden en Stamford Bridge durante la semifinal de vuelta de la Conference League 2024-2025, asegurando así su plaza en la final tras haber conquistado el partido de ida por 4-1 en suelo sueco. Este resultado en Estocolmo solo amplió la notable ventaja del Chelsea sobre Djurgarden.
La cita por el título está programada para el 28 de mayo en Breslavia, Polonia, marcando la octava final europea en la historia del club inglés, excluyendo las Supercopas. Cabe destacar que el Chelsea ha ganado las tres últimas finales, siendo la más reciente la de la Champions League frente al Manchester City en 2021. En comparación, esta ocasión tiene un significado menor.
El adversario del Chelsea será el Betis o Fiorentina, cuyo desenlace de su semifinal aún está por determinar. Quienquiera que sea, representará un reto de mayor envergadura a lo que ha enfrentado en esta semifinal, poniendo a prueba al equipo de Enzo Maresca. A pesar de que actualmente disfruten de una racha de cinco victorias consecutivas en todas las competiciones y ocupen el quinto puesto en la Premier, el equipo ha mostrado altibajos a lo largo de la temporada, siendo más errático que confiable.
Es importante destacar que el equipo que enfrentó esta semifinal no era el mismo que había disputado anteriormente, tanto en el partido de ida como en el de vuelta. Este jueves en Stamford Bridge, solo Marc Cucurella se mantuvo en el equipo tras la victoria de 3-1 contra el Liverpool el domingo anterior. Cole Palmer, Madueke, Moisés Caicedo, Enzo Fernández, Chalobah, Collwill, Lavia, Pedro Neto y Nico Jackson no fueron arriesgados desde el inicio.
Cucurella fue sustituido en el descanso por Shumaira Mheuka, un jugador de 17 años. Antwi, también de 17 años, entró posteriormente. Reggie Walsh, de solo 16 años, tuvo su segundo encuentro oficial con el primer equipo y debutó como titular en Stamford Bridge. Este fue un momento significativo para su carrera, aunque el encuentro tuvo una relevancia menor, no por el trofeo en juego, sino por el marcador de la ida, un 1-4.
El Chelsea afrontó la vuelta con serenidad, tomando un ritmo más pausado, sabiendo que era un simple trámite. En los primeros treinta minutos, registraron tres ocasiones, entre ellas un intento de George que fue despejado por Rinne, dejando la sensación de que el Chelsea marcaría cuando lo decidiera. Cuando realmente aceleraron, lograron dos oportunidades casi consecutivas.
Finalmente, lograron el 1-0 gracias a Dewsbury-Hall, quien se unió al equipo el verano pasado desde el Leicester. Este fue su cuarto gol en 29 partidos con el Chelsea. El mediocampista actuó como delantero, maniobrando dentro del área para colocar un preciso remate con la izquierda que rebotó en el poste antes de ingresar a la red.
Aunque estaba en fuera de juego, Djurgarden también inquietó a Jorgensen, quien realizó una parada magnífica. Aunque esta acción no contará en las estadísticas debido a la anulación de la jugada, evidenció la falta de exigencia del Chelsea contra un rival considerablemente más débil.
También se vio el increíble gol fallado por George, cuyo remate tras un pase de Jadon Sancho, estando a un metro de la línea, se fue desviado por la línea de fondo. El fuera de juego mitigó el error del atacante, quien también fue afectado por la intervención de un defensor.
El Chelsea ha acumulado once victorias en sus últimos doce encuentros de esta competición, marcando 38 goles y llegando a la final con ímpetu. Aún faltan 20 días.