En numerosas ocasiones, se ha observado a Julián Álvarez presionando a los defensas rivales, por lo que la escena en el encuentro contra el Alavés no resultó inesperada. No obstante, esta vez el argentino llegó tarde y colisionó con su oponente, lo que llevó al árbitro Juan Martínez a expulsarlo inmediatamente. Sin embargo, tras analizar la jugada en el VAR, decidió revertir su decisión y únicamente mostrarle una tarjeta amarilla al atacante del Atlético de Madrid.
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En un encuentro que carecía de gran significado para el Colchonero en comparación con la necesidad del equipo de Eduardo Coudet de sumar puntos para evitar el descenso, la presión recayó en el equipo local. Por esta razón, estuvo más cerca de adelantar el marcador, aunque la mediocridad general del juego resultó en un empate sin goles.
Entre las acciones más notables del primer tiempo, destacó la patada de Julián. Tal como lo había hecho innumerables veces a lo largo de su carrera, como en su segundo gol frente a Francia en la final de la Copa del Mundo, intentó interceptar el pase de un defensor rival; sin embargo, en esta ocasión llegó tarde y cometió una falta.
La secuencia revela que efectivamente hubo una infracción, aunque no tan grave como inicialmente supuso Juan Martínez, quien mostró la tarjeta roja sin titubear. Por ello, cuando desde el VAR le solicitaron que revisara la jugada, las imágenes le evidenciaron que el impacto fue menor y que el argentino no merecía ser expulsado anticipadamente. Finalmente, todo resultó en una tarjeta amarilla.
A sus 25 años, Julián ha disputado 276 partidos entre River, la Selección Argentina, el Manchester City y el Atlético de Madrid. Con un total de 117 goles y numerosos títulos, su trayectoria está llena de logros, pero nunca ha recibido una tarjeta roja. Por lo tanto, esa jugada en el encuentro ante el Alavés podría haber representado un hito que, al final, no se concretó.