Fran Fernández regresó a su formación habitual de 4-2-3-1 debido a las ausencias. El entrenador almeriense realizó cambios al reemplazar a los sancionados Gianfranco Gazzaniga, Jorge Yriarte e Isi Gómez por Iker Piedra, Boateng y Juan Carlos Real. Adicionalmente, también reestructuró las bandas, incorporando a Pedro León y Carlos Rojas, mientras que Davo y Pedro Benito quedaron en el banquillo.
El andaluz organizó a Iker Piedra en la portería, junto a David Vicente, Esteban Saveljich, Alberto González e Ian Forns en la línea defensiva; Moha y Boateng formaron el doble pivote; Pedro León y Carlos Rojas ocuparon las bandas; Juan Carlos Real se situó como enganche, y David Flakus fue colocado en la delantera.
El inicio del partido presentó un constante vaivén entre ambos equipos, creando oportunidades de peligro para los dos lados. En una de esas jugadas, Iker Piedra realizó una parada al disparo de un jugador del Villarreal B y, en la siguiente jugada, una recuperación en el centro del campo permitió que David Flakus iniciara un ataque y disparara desde la zona frontal del área con el interior del pie hacia el palo largo, donde Iker Álvarez no pudo llegar. El Villarreal B continuó presionando, obligando a Iker Piedra a intervenir en cuatro ocasiones antes de que el árbitro señalara el final de la primera parte.
El segundo tiempo comenzó con el retorno al campo y un Villarreal B decidido a atacar, aunque se encontró con la resistencia de la defensa y el portero del Real Murcia. Fran Fernández realizó cambios y, a través de Pedro Benito, creó peligro en dos ocasiones. La primera fue resultado de una carrera del gaditano que habilitaba a Loren para disparar, pero su intento se fue desviado a la izquierda de la portería amarilla. En la segunda ocasión, un pase hacia atrás fue cabeceado por el delantero, pero Iker Álvarez logró despejar el balón en un golpeo a quemarropa. Sin embargo, el Villarreal B se convirtió en el equipo que más riesgo generó en la fase final del encuentro, convirtiendo la defensa grana en una barrera que bloqueaba las acometidas del filial groguet hasta el final del partido. La oportunidad más clara para el conjunto de Castellón fue un cabezazo que se perdió rozando el palo de la portería de Iker Piedra durante el tiempo de descuento.