El Málaga rara vez demuestra que tiene conocimiento sobre cómo ganar partidos. El jueves, el equipo no consiguió la victoria en Tenerife, obteniendo solo un empate sin goles contra el último clasificado, quien desperdició una oportunidad desde los once metros y puso a prueba en varias ocasiones al portero Alfonso Herrero. Hace seis jornadas que no conocen la victoria, desaprovechando la oportunidad de obtener ventaja en un momento turbulento y volviendo a depender de las intervenciones del capitán del equipo. El Málaga generó oportunidades de gol significativas hasta el minuto 87.
Sergio Pellicer planteó un partido de estilo abierto, realizando varias rotaciones en la alineación inicial. El Málaga logró dominar sólo al final del encuentro, con la entrada de Manu Molina y la verticalidad de Kevin, quienes le dieron mayor ritmo al equipo. Sin embargo, llegó tarde y no fue suficiente.
Pellicer realizó hasta seis cambios en la alineación en comparación con el empate anterior frente al Oviedo, decidiendo dar descanso a dos jugadores clave en la temporada como Manu Molina y Dioni. El equipo malagueño estaba formado por Herrero en portería, Puga, Nelson, Pastor y Víctor García en defensa; Luismi, Juanpe, Lobete, Ochoa y Cordero en el centro del campo; y Castel en la delantera.
Durante el partido entre Tenerife y...Aaron Ochoa... LaLiga Málaga
El Málaga optó por jugar un partido de transición rápida, dejando mucho espacio entre líneas y permitiendo al Tenerife avanzar hacia el área de Herrero sin causar demasiado peligro. Los jugadores del equipo visitante vestidos de morado, no lograban acercarse a la meta defendida por el portero malagueño Salvi. En el comienzo del partido, los jugadores locales centraban su estrategia en Luismi Cruz, el talentoso extremo del Puerto de Santa María, quien logró evadir a cada uno de sus rivales sin dificultad. Después de quince minutos, Víctor García fue regateado y cometió una falta clara que resultó en un penalti evidente. Ais Reig indicó que fue fuera de juego, sin embargo, los encargados del VAR lo detuvieron. Estaba muy claro que estaba dentro. Enric Gallego pateó el balón fuera, hacia el costado izquierdo de Herrero, quien logró anticiparse. El Málaga lograba sobrevivir a pesar de su falta de astucia en el juego.
En el momento del penalti no fue necesario, sin embargo, el portero de Toledo tuvo que usar su capa poco después para detener un gran disparo de Aarón, quien conectó el balón a media altura dentro del área. Hasta ese momento, el Málaga no era relevante en absoluto. De forma gradual, Ais Reig logró avanzar en el terreno de juego y logró controlar la agresividad del Tenerife con varias tarjetas, lo que permitió que el equipo de Pellicer tuviera mayor control del balón.
Sin embargo, el Tenerife continuó intentándolo, esta vez con un tiro de Aarón desde la entrada del área. Hasta el intermedio, mantuvo la portería de Herrero bajo presión. Salvi se vio implicado únicamente en un tiro de Antoñito Cordero en el minuto 41, el cual no supuso un gran desafío para él.
Juanpe decidió permanecer en la caseta, poniendo fin al descanso de Manu Molina, quien regresó a hacer pareja con Luismi. Después de tan solo 5 minutos de juego en la segunda mitad, Alfonso Herrero una vez más evitó un gol del Tenerife al detener un remate de Medrano desde fuera del área tras una jugada elaborada. Al inicio del partido, eran los jugadores locales los que dominaban en el área de juego.
A medida que el equipo de Pepe Mel iba perdiendo fuerza, Manu Molina tomó las riendas y empezó a liderar al equipo. Kevin ingresó al terreno de juego en lugar de Lobete y esto le dio una ventaja adicional al Málaga, que comenzó a controlar el partido en términos de territorio. A pesar de la falta de claridad en el último pase y de no aprovechar las ocasiones de peligro, el equipo logró seguir adelante.
En el minuto 72, Pellicer decidió sustituir a Cordero y Ochoa, quienes eran los destacados en el campo en ese momento, por Yanis y Dioni, modificando la formación para tener dos delanteros en el juego. El experimento finalizó rápidamente cuando Dani Lorenzo sustituyó a Castel para jugar los últimos diez minutos del partido, además del tiempo añadido. El dominio del juego correspondía al equipo del Málaga. Dioni fue el que tuvo la oportunidad más evidente. Sin embargo, ocurrió en 1987. Impactó su cabeza contra el travesaño. En el último minuto, el Tenerife desperdició una oportunidad clara que evidenció las limitaciones de un equipo que carece de la habilidad para triunfar o siquiera acercarse a la victoria.