Gracias a una actuación memorable de Paulo Gazzaniga, que detuvo dos penales, incluido uno dos veces, el Girona logró vencer al Athletic de Bilbao por 2-1 en el último minuto, con un gol agónico de Cristhian Stuani desde el punto de penalti. De esta manera, los equipos locales lograron poner fin a una racha de seis partidos consecutivos sin victorias, en un ambiente lleno de emoción y dramatismo.
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A pesar de que Stuani anotó el gol decisivo, Gazzaniga fue el protagonista destacado de la jornada para el Girona. El gran desempeño del portero argentino se vio cuando, pasados treinta minutos de juego, el árbitro marcó un penal de Arnau Martínez sobre Berenguer, tras la revisión del VAR. Berenguer fue el encargado de ejecutar el remate, sin embargo, no logró darle la potencia necesaria y, además, se topó con un Gazza que adivinó el lado correcto para detener el penal.
Con la moral elevada tras detener el penal, Girona se recuperó y, a los 39 minutos, logró marcar el primer gol del encuentro gracias a Yáser Asprilla. No obstante, la felicidad se desvaneció rápidamente cuando Ohian Sancet anotó el gol del empate para el Aleti tan solo dos minutos después. Sin embargo, la mala suerte le acompañó ya que sufrió una lesión en esa misma jugada y tuvo que ser sustituido.
Después de la pausa, Girona se vio en aprietos al inicio del segundo tiempo con la decisión del árbitro de cobrar un segundo penal, esta vez gracias al VAR, debido a una falta menor de Danjuma sobre Iñaki Williams. No obstante, Gazzaniga se mantuvo como el protagonista al detener el tiro dos veces, debido a que el árbitro decidió repetirlo al considerar que el portero se había movido antes del disparo.
Girona todavía mantenía la esperanza de lograr un milagro, a pesar de la impresionante actuación del exarquero de Tottenham en la tarde. Ese milagro finalmente llegó en el noveno minuto de tiempo añadido. El sistema de videoarbitraje volvió a ser el centro de atención al alertar al árbitro de un agarrón de Aitor Paredes a Ladislav Krejci dentro del área, lo cual resultó en un penal decisivo que Stuani convirtió en gol y aseguró la victoria del equipo local.