A pesar de que el horario y el oponente podrían indicar un encuentro poco importante, la verdad es diferente. El Real Zaragoza, que se encuentra en la sexta posición en la clasificación, se enfrenta al Eldense que está en la decimosexta posición, a pesar de que solo hay una diferencia de cuatro puntos entre ambos equipos. La victoria en el Nuevo Pepico Amat es muy importante para el equipo de Víctor Fernández, ya que les permitirá aumentar la brecha con los equipos en la parte baja de la tabla y recuperar el segundo puesto. Además, les ayudará a volver a mostrar la imagen positiva que tenían al inicio de la temporada. Al igual que en los cinco partidos anteriores, el equipo maño se veía en desventaja nuevamente después de que Ortuño anotara el gol. No obstante, gracias a una presión adelantada efectiva, Bazdar logró empatar el partido, y en el último momento de la primera mitad, Azón puso al equipo en ventaja. Youness Lachhab restableció el equilibrio, capitalizando un fallo en la defensa del equipo rival para igualar el marcador una vez más. Después de enfrentar múltiples obstáculos y trabajar arduamente, finalmente Adrián Liso logró superar nuevamente a un Zaragoza que había luchado con gran dedicación en el campo.
Debido al partido entre semana, Víctor Fernández decidió hacer cambios en la alineación titular, optando por darle descanso a Vital y Adrián Liso. Desde el comienzo del partido, el Eldense mostró su determinación al inclinarse por enviar pases largos hacia la banda izquierda, tomar la iniciativa y ejercer una fuerte presión sobre el rival. Por el contrario, el Real Zaragoza optó por una actitud más conservadora al inicio, entregando el dominio del partido y apostando por los balones largos como táctica. La estrategia consistía en sacar provecho de la rapidez de Azón y Bazdar, quienes se mantenían en posición adelantada para lanzar contragolpes, evitando comprometerse en labores defensivas y esperando el momento oportuno para sorprender a la defensa contraria.
No obstante, mantenerse en una postura defensiva implica peligros, y el Real Zaragoza sufrió las consecuencias. Víctor García recibió el balón del Eldense y, con rapidez y precisión, lo envió al área tras pasar por la banda defendida por Clemente, quien no logró presionar lo suficiente. En ese momento, Ortuño demostró su destreza al rematar el balón con clase para vencer a Gaetán Poussín, anotando el primer gol del partido y dando la delantera al equipo de casa a los 11 minutos de juego. Por quinta vez seguida, el Real Zaragoza se encontraba en desventaja al inicio del partido, obligándose una vez más a luchar contra la corriente.
Azón y Bazdar tuvieron tres ocasiones de gol, después de capitalizar fallos en la distribución del balón por parte de los jugadores defensivos del Barcelona, verdaderos obsequios listos para ser desempaquetados. A pesar de ello, no supieron aprovechar estas oportunidades no por la eficacia del oponente, sino debido a una ejecución deficiente y la carencia de precisión en la definición de Azón. Sin embargo, el equipo aragonés logró la victoria en su cuarto intento. Después de una excelente presión de Aguado y un pase en profundidad de Keidi Bare, Bazdar se encontró en solitario ante la portería y consiguió empatar el partido en el minuto 34. Además, para culminar la primera mitad, un excelente pase de Ager Aketxe encontró a Iván Azón, quien con un cabezazo logró cambiar el marcador a favor del equipo de Víctor Fernández antes del descanso.
Ambos equipos retornaron al campo de juego sin realizar modificaciones en la formación. En esta ocasión, el Real Zaragoza decidió implementar una táctica de presión en bloque en lugar de optar por la presión alta. Ager Aketxe se situó junto a Azón, mientras que Francho Serrano se movió hacia la banda derecha para respaldar a Calero. A pesar de ello, el equipo seguía manteniendo la misma estrategia ofensiva que había utilizado al inicio del partido.
Los errores en la defensa volvían a mostrar su presencia en el equipo de camiseta blanca y azul. Los defensores mostraron una falta de efectividad que estuvo a punto de costarles un gol en fuera de juego y generaron diversas oportunidades de peligro que se resolvieron de manera afortunada. La presión y tensión eran muy fuertes para el equipo, lo que dificultaba su rendimiento y ponía a la defensa del Zaragoza al borde de la derrota. Con el objetivo de cambiar el rumbo del partido, Víctor Fernández decidió realizar tres cambios simultáneos, haciendo ingresar a Liso, Alberto Marí y Marcos Luna. Calero fue superado por este último, en una modificación de estrategia.
No obstante, el Real Zaragoza parecía estar inmerso en una situación cómico-trágica, donde los fallos, esta vez en jugadas de estrategia, solo generaban un sentimiento de tristeza. Después de que Luna cometiera una falta cerca de la línea de banda, Marc Mateu lanzó un centro que llegó a Lachhab, quien se encontraba desmarcado en el centro del área (Min 72′). El jugador sin identificar aprovechó el pase para igualar el marcador, lo que volvió a frustrar al Zaragoza al no poder conservar su ventaja.
No obstante, en esta ocasión, la historia benefició al Real Zaragoza. Alberto Marí logró una excelente conexión al realizar un pase en profundidad que dejó por detrás a la defensa contraria. El impresionante desempeño de Adrián Liso se hizo evidente cuando anotó el gol que puso al club de sus afectos por delante en el marcador con un 2-3 en el minuto 80′. Fue un partido que requirió un gran esfuerzo y entrega por parte de todos los jugadores implicados.