El martes pasado, River recibió un golpe muy duro en Belo Horizonte que comprometió sus posibilidades de volver a ganar la Copa Libertadores al caer 3-0 ante Atlético Mineiro en el partido de ida de las semifinales. Tras tres años de decepciones en el torneo, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo tendrá que recuperar su antigua magia para cambiar el rumbo de la serie en el Monumental en una semana.
Borja y Armani evitaron la tarjeta amarilla y participarán en el próximo enfrentamiento entre River y Atlético Mineiro.
Durante un comienzo complicado, la lesión de Marcos Acuña en el calentamiento obligó a Enzo Díaz a jugar como parte de la línea defensiva de cinco jugadores. La dificultad del partido se evidenció desde el principio, especialmente cuando el VAR no intervino para revisar una posible mano dentro del área de Leandro González Pirez, tras un gol anulado a Deyverson por estar en posición adelantada.
El local, con un juego más agresivo, pudo prever y cortar los avances del equipo millonario, que gradualmente se igualó e incluso estuvo cerca de anotar con un cabezazo de Miguel Borja. Sin embargo, a los 21 minutos, los jugadores de Gabriel Milito marcaron un gol importante: Hulk chocó contra Germán Pezzella para bajar un centro frontal a Deyverson, quien se enfrentó a Franco Armani y lo venció con un toque a la red por la izquierda.
A petición del anfitrión, el partido se convirtió en una batalla difícil con poco juego. El comienzo de la segunda parte fue el momento más débil para el equipo de River Plate, que tenía dificultades para recuperar la posesión del balón frente a un rival que además se tornaba más peligroso, poniendo en peligro con un remate de cabeza desviado de Deyverson. Gallardo hizo cambios en el mediocampo a los 15 minutos, incorporando a Maxi Meza, Manuel Lanzini y Rodrigo Villlagra, lo que resultó en una mejora en el rendimiento del equipo.
A pesar de que Lanzini estaba demostrando ser importante, Mineiro se conectó con su poderoso ataque y lo definió en tan solo cuatro minutos. A los 25 años, Guillherme Arana realizó un pase por la banda izquierda hacia Deyverson, quien se encontró solo frente a Armani y marcó un gol colocando el balón con precisión cerca del poste opuesto. A los 29 minutos, con Adam Bareiro y Pablo Solari en el campo para mejorar el ataque, la defensa se relajó y permitió que un lateral recibiera el balón en el área. Deyverson lo controló y pasó a Paulinho, quien intentó marcar y se benefició de un desvío en Paulo Díaz que descolocó al portero.
River parecía estar pasando por una mala racha en la noche, sin embargo, el equipo de Milito no logró encontrar su mejor juego en la recta final a pesar de que los jugadores argentinos no mostraban mejoras. El resultado final de esta paliza determinará si es posible revertir la situación.