En un vibrante encuentro celebrado en el Estadio Centenario, Peñarol logró una emocionante remontada ante Miramar Misiones, llevándose la victoria por 2 a 1 en la segunda fecha del Torneo Clausura. Con este triunfo, el equipo carbonero se alza con su primer éxito en la competición y continúa consolidándose en la cúspide de la Tabla Anual del Campeonato Uruguayo.
La contienda dio inicio con los pupilos de Diego Aguirre asumiendo el control del juego, intentando afianzarse en territorio contrario. Sin embargo, para su sorpresa, los Carboneros sorprendieron a todos al marcar el primer gol a manos de Miramar. Después de un emocionante tiro de esquina, Pablo López se elevó por encima de todos y, con un sólido cabezazo, abrió la cuenta para el equipo Cebrita, sellando el marcador con un contundente 1 a 0.
Herido pero no vencido, Peñarol se lanzó al ataque en busca de igualar el marcador. En un abrir y cerrar de ojos, estuvo a punto de lograrlo, creando una serie de oportunidades que hicieron vibrar a sus aficionados. La acción comenzó con un tiro cruzado de Leo Fernández, que obligó a Giossa a realizar una notable intervención. Luego, Guzmán Rodríguez intentó sumarse al ataque, pero su remate se fue desviado. No obstante, la intensidad aumentó cuando Darias lanzó un potente disparo que parecía tener el destino de la red, solo para encontrar la resistencia de un defensor del equipo albinegro, que desvió la pelota en el último instante. No tardó en llegar el momento en que Maximiliano Silvera se adueñó del balón. Con un disparo cruzado, buscó desquiciar al arquero de Miramar Misiones, quien, con reflejos felinos, logró desviar el intento y mantener su arco a salvo.
A medida que el equipo aurinegro luchaba por alcanzar el ansiado empate, los pupilos de Walter Pandiani se exhibían como un peligro constante, lanzando rápidas y punzantes contragolpes a través de las habilidades de Yépes y Machado. El primer acto concluyó con un ajustado 1 a 0, pero al inicio del segundo tiempo, las sustituciones comenzaron a cambiar el rumbo del partido. Los jugadores que saltaron del banquillo en Peñarol se convirtieron en piezas clave en la épica remontada de los aurinegros.
Con la frescura de sus primeras actuaciones, Lucas Hernández se convirtió en el arquitecto del gol, habilitando de manera magistral a Gastón Ramírez, quien, con la precisión de un maestro, envió el balón a la red con un cabezazo que desató la euforia del 2 a 1. No contento con su asistencia, Lucas se adentró en el área, donde, tras una brillante jugada de Leo Fernández, firmó de nuevo el marcador con otro gran tanto en una explosiva ráfaga de juego.
La brillante remontada de Peñarol desató un torbellino de nervios en las filas de Miramar Misiones. En medio de la tensión, Washington Aguerre tomó el control del balón en el área, lo que provocó la reacción inmediata de los Cebritas. Así, un caos se desató: empujones, golpes y un torrente de insultos invadieron el terreno de juego. Al final, el tumulto resultó en la expulsión de Javier Méndez por Peñarol, así como de Yepez y Jairo Coronel por parte del Cebrita.
A pesar de contar con un hombre menos, los muchachos de Villa Dolores no se rindieron y salieron decididos a encontrar el gol del empate. Aunque crearon algunas oportunidades, Peñarol mantuvo firme su ventaja y se alzó con un triunfo crucial en el Estadio Centenario.