Durante una noche significativa, en la que Corinthians introdujo otro jugador europeo que se sumó al fútbol brasileño, el conjunto dirigido por Ramón Díaz logró una clasificación agónica a las semifinales de la Copa de Brasil. En el Arena Corinthians, el Timao, con Memphis Depay, venció 3-1 a Juventude, logrando así meterse entre los cuatro mejores con un global de 4-3.
Esta noche, Depay recibió la primera ovación en el estadio del Corinthians. Fue presentado allí en la previa de la revancha de los cuartos de final, en donde el equipo de Ramón debía revertir el 1-2 de la ida. Ángel Romero empató la serie a los 29, pero, antes del descanso, un gol en propia meta del portero Hugo Nogueira volvió a poner al equipo paulista en desventaja.
A ocho minutos del final, hubo otro gol en contra, pero esta vez a favor de Corinthians: Ze Marcos, defensor central de Juventude, anotó el gol que llevó la serie a los penales. Parecía que el primer clasificado se definiría desde los 12 pasos, pero el defensor André Ramallo desató la locura en el estadio del Corinthians con su gol, al darle la clasificación en el séptimo minuto de descuento.
Sobre el mundo River, Ramón Díaz fue sincero: las chances de Gallardo de ganar la Libertadores y el ciclo de Demichelis.
Eliminado por penales de la Copa Brasil, Paranaense es el rival de Racing en la Sudamericana.
Vasco da Gama se quedó con el pase a semifinales en un partido de protagonistas argentinos, jugado en cancha del Paranaense. Tomás Cuello (ex Atlético Tucumán) y Bruno Zapelli (ex Belgrano) pusieron en ventaja al Atlético en el global pasada la media hora de juego, pero en el descuento del primer tiempo, Pablo Vegetti igualó la serie para el Vasco. El partido concluyó con un marcador de 2-1 a favor de Paranaense. Al tener un global empatado en 3-3, se tuvo que decidir el vencedor mediante la tanda de penaltis. El único jugador que falló fue el uruguayo Canobbio. Gracias al quinto penal convertido por Vegetti, Vasco avanzó a la siguiente ronda.