¡Había que ganar y se ganó! Aunque no significa revancha ni había un título en juego, es dulce el sabor de derrotar al verdugo. Qué lindo es arruinarle el palmarés al campeón mundial. Qué dicha saber que, esta vez, no solo fuimos mejores, sino que se los hicimos saber.
¡Colombia derrotó a Argentina! Sí, el marcador fue un muy disputado 2-1, un resultado que estuvo en duda, que requería lucha hasta el final, que se sufrió porque así es siempre contra ellos, pero que otorgó tres puntos dejando a Colombia en el segundo lugar de la tabla de las Eliminatorias, un puesto que sabe a gloria.
Con talento se corrigieron los errores, fueron más fuertes todos juntos que uno solo, se sufrió y aparecieron lunares, pero los tres puntos ayudaron a corregir. En la bella Barranquilla, todo fue lindo.
Enfrentamientos. Bajo un intenso sol que lo hizo todo difícil desde el pitazo, nadie corría riesgos en el primer cuarto de hora. La pelota quieta ilusionaba a Colombia, pero los intentos de Richard Ríos -algo ansioso en el inicio-, el cabezazo desviado de Lerma y el esfuerzo del titular Durán no lograban causar daño.
Argentina daba un par de sustos mientras con Julián Álvarez, De Paul realizó un remate solitario y después un error insólito de Vargas, quien fue a la raya por una pelota y la perdió, milagrosamente no sufrió gol, pues ningún argentino apareció en el área... ¡Qué afortunado soy!
Si bien el talento es necesario para lograr algo, justo es lo que le sobra a James. A los 24 minutos, agitó la varita mágica: con la pelota por la izquierda, propuso y encontró el espacio para esos centros que son como dagas en el área rival. Y ahí, Yerson Mosquera, la gran sorpresa de la alineación titular, madrugó a todos y cabeceó a quemarropa a Dibu Martínez, desatando la euforia en el Metropolitano. ¡Tanta emoción ni siquiera él se la creía!
Argentina trataría de buscar centros para Martínez y Álvarez con la intención de reaccionar, pero la precisión les fallaba. Además, al evitar largos desplazamientos debido al calor, parecía que estaban invitando al equipo local a marcar el segundo gol.
James intentaría otra vez con una asistencia de cabeza a Durán, pero justo a tiempo el Dibu lo adivinó; sin embargo, cuando Montiel tuvo un cambio de frente, Argentina también intimidó y Mosquera le sacó el remate de los pies. Vargas resolvía otra clara ocasión que tendría González y para Argentina la mejor noticia sería el descanso.
El problema radica en que el descanso les fue tan beneficioso que nos anotaron un gol de camerino: Nico González apareció como un fantasma a los 48 minutos, venció a Mosquera en el duelo y definió con fuerza ante Vargas para el 1-1, que celebraron como era debido.
Ese golpe, que habría sido demoledor en el pasado, es una alerta en esta generación, no un mazazo. Colombia se lanzó nuevamente por la ventaja y esta vez una falta inocente abrió el camino al gol: una falta polémica pero determinada por el VAR en el área contra Muñoz que el capitán James convirtió en gol con un potente y cruzado remate, la única manera de vencer al Dibu. Arriba 2-1 y el tercer gol lo busca todo el equipo, ¡ojo al detalle! ¡Así es como se hace!
Ríos lo intentó, Arias quiso, hasta Díaz se animó aunque perdió otra vez en el duelo, pero lo importante es que nadie se conformó y esa es una señal clara de crecimiento.
Scaloni refrescó todo el medio y ganó manejo, mientras Lorenzo demoraba el cambio de un exhausto James. Castaño y Córdoba ingresaron a los 78 minutos para darles descanso a Durán y Arias, y la misión fue marcar el tercero sin descuidar la defensa. Y Córdoba lo tuvo en un riflazo en los momentos finales.
El balance final resultó inmejorable: James les marcó su primer gol a los argentinos, el equipo demostró nuevamente su resiliencia, Lorenzo descubrió alternativas como Mosquera y Durán, y ratificó otras opciones como Yaser. Lo más importante de todo es que Colombia ocupa la segunda posición en las Eliminatorias con 16 puntos, a 2 unidades de Argentina. Al que solicite más, así...