El lunes por la noche, los Jacksonville Jaguars fueron aniquilados por los Buffalo Bills, quienes ganaron 47-10 en un juego que no estuvo ni remotamente tan reñido como lo indica el marcador final. Y hasta decir que "ni de cerca estuvo tan cerca como el puntaje final" es una especie de eufemismo.
Josh Allen continuó argumentando ser el mejor jugador en la NFL, solo por detrás de Patrick Mahomes, al destruir la defensa de Jacksonville desde el inicio del partido. Allen completó 23 de 30 pases para 263 yardas y cuatro anotaciones, sumando pases a 10 receptores diferentes y touchdowns a cuatro de ellos (Dalton Kincaid, Keon Coleman, Khalil Shakir y Ty Johnson). Nunca hubo un solo momento en que no tuviera el control total de los acontecimientos.
Allen y compañía Comenzaron temprano, anotando touchdowns en cada una de sus primeras cinco posesiones. Totalizaron 10 jugadas para 70 yardas, 11 jugadas para 65 yardas, 8 jugadas para 68 yardas, 5 jugadas para 41 yardas y 5 jugadas para 64 yardas esas posesiones. Trabajando de un lado al otro del campo, apenas se esforzaron. Hasta el cuarto cuarto no terminaron una ofensiva sin anotar. Para ese momento, tenían una ventaja de 27 puntos.
No fue muy diferente en el otro lado del balón. Trevor Lawrence completó 10 de 22 pases para 59 yardas y una intercepción en la primera mitad, y esa estadística apenas refleja lo ineficaz que se veía la ofensiva de Jacksonville. Una vez que el juego ya estaba completamente perdido, Lawrence solo consiguió avanzar algo, y aun así, "conseguir avanzar algo" no describía realmente lo que estaba haciendo la ofensiva. Simplemente movió el balón durante un par de jugadas contra la resistencia pasiva de una defensa que jugaba en modo "solo desperdiciar algo de tiempo". Y esa defensa todavía consiguió detenerlos excepto en una posesión. Sumando insulto a la lesión, el receptor abierto Gabe Davis abandonó el campo tarde en el juego después de lesionarse mientras bloqueaba en una pantalla de burbuja con los Jaguars perdiendo por 37 puntos.
El mayor momento de la noche ocurrió tarde en el segundo cuarto cuando Lawrence lanzó por encima de un Brian Thomas Jr. completamente desmarcado. En una ruta cruzada, la pelota cayó en los brazos expectantes de Damar Hamlin. Después de 630 días desde que el corazón de Hamlin se detuvo en el campo durante un partido del lunes por la noche contra los Cincinnati Bengals, logró la primera intercepción de su carrera. La intercepción propició el cuarto touchdown de la noche para Buffalo, lo que prácticamente confirmó que el juego estaba decidido incluso antes de que terminara la primera mitad. A partir de ahí, los Bills solo aumentaron su ventaja.
Aquí hay algunas cosas más que debes saber sobre el juego.