En su visita a Barakaldo, por 2 goles a 0, cayó derrotada la Gimnástica Segoviana. Con respecto a la jornada anterior, la alineación inicial de Ramsés tuvo varios cambios, destacándose la línea de tres centrales con Chupo, Sergi Molina y Abel. En las bandas y el centro del campo hacia arriba también hubo novedades, con Berlanga, Astray, Manu y Fernán.
Con fuerza salieron los locales, y pidieron un penalti en su primer acercamiento al área de Carmona, pero Manu limpió el balón. En los primeros diez minutos, el ritmo fue muy alto y ninguno de los equipos dominó el encuentro, aunque el Barakaldo tuvo dos claras ocasiones: un remate de cabeza que Carmona despejó y un tiro de Sannadi que salió desviado por poco. Después de un breve periodo de dominio en el centro del campo por parte de la Segoviana, los gualdinegros aún mantenían cierto peligro.
Sergi Molina remató con un cabezazo picado un córner, y la más clara del encuentro vino en forma de salvada casi bajo palos por Oier López. La fortuna, sin embargo, iba a ponerse del lado vasco cuando un control fallido de Sannadi rebotó en su pie y el balón se coló mansamente pegado al palo. Es un gol extraño, pero vale igual que cualquier otro. Para más, no hubo tiempo.
De los vestuarios a la vuelta. Con ahínco y paciencia, La Sego buscó el gol del empate, pero los gualdinegros se hicieron grandes con su artillero principal, su punta Sannadi. Sin embargo, la manopla salvadora de Carmona se interpuso al jugador cedido por el Alavés. El portero vallisoletano evitó el gol en el minuto 81 con dos acciones meritorias. El reloj avanzaba en contra de los gimnásticos, mientras que los vizcaínos aseguraron la victoria con el gol definitivo de 2-0 en el minuto 88.