A los ríos les resulta muy difícil afianzarse en la Selva de La Plata. Incluso con Marcelo Gallardo en el banquillo. El partido lo tuvo todo, desde la disciplina frontal de Nacho Fernández hasta el debut de Maximiliano Mesa, ya que la jornada 11 de la Pro League terminó con un empate 1-1 contra Gimnasia.
Cuando Doll frunció el ceño mientras entraba al vestuario, fue un verdadero ejemplo de la mediocre primera mitad de su equipo. Con Adán Bareiro absorbido por la defensa platense, la única posibilidad de que los Millonarios den la vuelta al once titular está en los pies de Manuel Lanzini, aunque no se establece dentro del área chica.
Luego fue todo el ataque de los Wolves: Benjamín Domínguez por la izquierda, Martín Fernández por el centro y Juan Pintado por la derecha. Jeremías Ledesma es rápido y seguro en su juego aéreo y tuvo un buen desempeño evitando que varios tiros entraran a la red.
No pudo afrontar el último disparo del primer tiempo, un disparo en carrera a la nuca de Domínguez que puso el 1-0 pese a una petición del VAR del árbitro Hernán Mastrangelo. El gol del chico del trío fue anulado por la polémica en La Plata por su posición adelantada.
Antes de comenzar a sumar, Gallardo sorprendió con un trío de cambios para inyectar energía y frescura a un equipo que tenía el freno de mano puesto: Franco Mastantuno, Rodrigo Villagra y Maximili Jarno Mesa, quien debutó en la banda roja frente al club donde Nació como futbolista.
Con un mediocampo fortalecido, River Plate rápidamente cambió de imagen y no tardó en reflejarse en el marcador. Diez minutos después, Mesa se deshizo de dos rivales, le pasó el balón a Felipe Peña Biaforre en el círculo central y recibió el balón para Masantoño en la línea de vida izquierda. Lejos de apostar por un partido individual, el pibe vio espacios en el área y tocó el balón para Nacho Fernández, quien definió el ataque en carrera y cumplió con el código de ataque despiadado. No hubo celebraciones en el partido 1-0. , pero pidió perdón en el podio.
La conquista del espigado volante zurdo fue un golpe inmerecido para el equipo de Gimnasia, que tuvo que sacudirse el polvo y volver a atacar como lo había hecho en los compases iniciales. Intentaron el empate gracias a una estampida de Domínguez y buenas ganancias de Matías Abaldo y Santino Primante. La clave del gol, sin embargo, estuvo en Rodrigo Castillo, quien se frotó las manos tras un centro de Nicolás Colazo y tuvo que empujar el balón a la red.
La carta de River no logró mantener la ventaja mínima, ni aprovechó la oportunidad de contraataque original, e incluso casi la pierde al final. Con este resultado, los de Gallardo se ubican en el octavo lugar con 16 puntos y no pueden presionar a Racing, que está por delante con 20 puntos. Los de Marcelo Méndez están en el puesto 16 con 14 puntos.