River venció 1-0 a Sarmiento

 


River vivió una noche muy especial este domingo en el Monumental. La presión se levantó en la previa para jugar contra Sarmiento con Martín Demichelis confirmado -y el gol de la victoria no se encontró hasta los 40 minutos del segundo tiempo- con el partido a cargo de un técnico saliente ilusionado. Se realizó lo siguiente, con algunas exigencias sobre los jugadores y una demanda clara de la gente: el regreso de Marcelo Gallardo. El partido finalizó con un ajustado marcador de 1-0, que fue la guinda a este insólito final de ciclo.

El Millonario va de menos a más en un proceso de desarrollo en el que el protagonista es protagonista de principio a fin. Primero fue difícil crear goles y luego encontrar cada vez más espacios con la clase de Franco Masantoño y Santiago Simón.

El propio Masantoño disparó desviado y Pablo Solari creó el primer peligro cuando cargó contra Lucas Acosta antes de que llegara el gol de Manuel Lanzini. La anterior mano de Miguel ·Borja fue anulada.

Sobre el final del primer tiempo el partido estaba planeado, con La Banda totalmente volcada en ataque, demorándose en el área huninense. Acosta frustró a Borja al inicio del primer tiempo cuando repitió el disparo exterior de Simón. El colombiano tuvo su revancha pero volvió a perder al rematar el encuentro muy cerca del segundo palo.

Como en tantos momentos de la historia de Demichelis en River Plate, los minutos sin mérito concreto empezaron a resentirse. Mientras el técnico se sacudía las culpas, un elocuente "Muévete, River Plate, muévete" sonó desde la grada. Es cierto que River se movió bien, pero no metió. No fue hasta los 41 años, cuando la intensidad de su asedio se había debilitado, que Masantoño encontró alivio con un hermoso tiro libre en la esquina izquierda de Acosta.

El hijo del entrenador Bastián, que estaba presente como receptor, corrió a abrazar a su papá, y la joya goleadora de 16 años dio su primer paso con el entrenador. Una vez amainado el alboroto de celebración, Micho se quedó llorando solo. , dolorosamente inmerso en otra intensa escena nocturna. Tras el pitido final, Nazareno Arraza será abrazado con el corazón por los dirigentes que decidieron poner fin a su crédito y buscarán cerrar el Gallardo a las pocas horas. Como todos sabemos: la prosperidad del fútbol depende de los resultados, sobre todo en un gran equipo como River Plate, el juego debe continuar.
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