La participación de México en los Juegos Olímpicos de París 2024 no era la más esperada, pero la medalla de bronce en tiro con arco fue un vaso de agua en el desierto, creando historia y manteniendo viva la fantasía. El mismo sentimiento lo vivió la mexicana Prisca Awiti Alcaraz, quien se convirtió en la primera persona en la historia de la división femenina en ganar cuatro enfrentamientos diferentes. Al final, el proyecto ganó la medalla de plata en la categoría de -63 kg.
Así, el sueño de una nueva medalla se hizo realidad y el joven de 28 años, ubicado en el puesto 18 del mundo, se subió al podio en un evento que México no pudo superar. La clave de la derrota la tuvo la eslovena Andreja Leski, quien primero sufrió un ataque del mexicano (Riska ganó 1-0) pero finalmente le dio la vuelta a la situación.
Gracias a la potente acometida de Aviti Alcaraz el marcador final fue de 10-1, cerrando una gran jornada para el deporte mexicano. Esta fue la segunda medalla ganada, por lo que aunque Priska lloró de frustración apenas fue sometida, el orgullo en estos momentos es más poderoso por la importancia del hito alcanzado, que abre un precedente futuro. Próximo.
La campaña mexicana comenzó con una contundente victoria sobre Nigara Shaheen, miembro refugiada del equipo olímpico. El resultado fue 10-0 a su favor, por lo que ya empezó a demostrar que este camino no terminará pronto. De hecho, el día continuó hasta la victoria.
La emoción siguió creciendo cuando Prisca derrotó a la polaca Angelika Szymanska por 1-0 en octavos de final. En este caso, podemos ver la paciencia de este deportista nacional para entender el momento y aprovechar la oportunidad en el juego contra un rival fuerte. El camino debe continuar.
En cuartos de final, ante la Ljubljana Piovisana austriaca, volvió a empatar 1-0. Más allá del primer enfrentamiento donde fue considerada muy buena, el resto del cruce lo decidieron los detalles, con el objetivo de una medalla cada vez más cerca mientras los judocas de alto nivel se quedaban atrás.
En semifinales derrotó a Catarina Cristo, ganando por un punto. Desde el inicio, Priska intentó controlar el partido y dominar el enfrentamiento, por lo que, tras una bonita caída, remató la faena con una potente llave al brazo, obligando a la croata a tocar el balón.