El Málaga empató 2-2 con el Nàstic Tarragona gracias a un gol tardío de Antonio Cordero en una de las dos finales de La Liga en el regreso al fútbol profesional del sábado. (m.121).
Épica, increíble e inolvidable. Doloroso, eufórico. El Málaga competirá en La Liga Superliga la próxima temporada tras ganar una de las dos finales del playoff. Este sábado, el conjunto andaluz consiguió una victoria histórica y aseguró su billete a segunda división. ¿Por qué? Porque lo hizo en los instantes finales de una interminable prórroga.
A pesar de quedarse con 10 hombres en el 63 por la expulsión de Nacho González, el Nàstic Tarragona logró empatar 1-1 en el tiempo reglamentario gracias a un gol de Alain Godoy y se fue a la prórroga. Allí, al inicio de la prórroga, Gorka Santamaría reescribió el marcador 2-0, desencadenando un ataque loco. Pero la verdadera locura ocurre después.
Dioni VIllalba marcó un gol en el descuento a los cinco minutos de la segunda parte de la prórroga para acercar al Málaga al 3-3 global. Poco después del 2-1, el árbitro detuvo la acción porque desde la grada cayeron algunos proyectiles. De hecho, el árbitro acudió al vestuario a esperar que se calmara el ambiente. Cuando se reanudó el duelo, la iluminación del Nastic cambió drásticamente para el último partido de la noche. Antonio Cordero igualó el marcador y al final del partido el marcador global era 4-3, dando al Málaga una sorprendente ventaja.
Vale la pena señalar que un empate en la final después de dos juegos decidirá si el Nastic avanza, ya que el Nastic está en mejor posición que el Boquerones al final de la temporada regular. Lamentablemente para el tarraconense, esto finalmente no sucedió.
Este domingo, Córdoba y Atlético decidirán qué equipo de LaLiga RFEF será el último en clasificarse para LaLiga la próxima temporada.