La selección francesa, dirigida por el exitoso técnico Didier Deschamps, sufrió otro duro golpe en su segundo partido de la Eurocopa 2024 al apenas logró un empate 0-0 con Holanda.
Los de Deschamps no se dieron por vencidos en la primera parte, a pesar de los numerosos esfuerzos de Francia por marcar. Así que no se lo pusieron fácil a los jugadores holandeses. Así el partido cayó en el mediocampo.
Tras el descanso, la realidad fue que Francia todavía no encontraba la fórmula ganadora. El resto del partido continuó, y el equipo francés todavía no podía abrir el marcador. Los holandeses supieron irritar a los galos y finalmente se marcharon con un marcador de 0-0.
De hecho, el futbolista del Real Madrid estuvo presente en este partido contra Holanda. Pero vio la mayor parte del partido desde el banquillo francés. La buena noticia es que se le vio calentando normalmente pero usando una máscara extraña.
Por cierto, esto se ha vuelto viral entre los fans. Bueno, afuera del estadio donde Rusia, campeona del mundo de 2028, se enfrentará a Holanda, los fanáticos franceses ya están mostrando curiosas máscaras inspiradas en Mbappé. Apoya al famoso futbolista y la lamentable situación que atraviesa.
Y el partido que nos dio un golazo fue sin duda la victoria de Ucrania ante Eslovaquia. Este enfrentamiento estuvo lleno de adrenalina y todo parecía que Eslovaquia seguiría siendo una espina clavada en el costado de Europa. Bueno, recordemos que vencieron a Bélgica en su debut.
Con solo ver los primeros cinco minutos uno sabía que se avecinaba un gran partido. Francia y Holanda estuvieron a la altura de las expectativas: jugaron un partido extremadamente dinámico, con ida y vuelta y ocasiones de gol, pero con un final controvertido. Al final, todo terminó en un empate 0-0, lo que no les ayudó a encabezar la división (estaban empatados en el primer lugar) ni a avanzar a los octavos de final.
La previa de este partido gira en torno a un jugador: Kylian Mbappé. El delantero se rompió la nariz en su debut ante Austria y estuvo apartado de los terrenos de juego hasta el último momento. Originalmente se dijo que no podría jugar, pero finalmente se recuperó a tiempo y se sentó en el banco con una máscara protectora, esperando su oportunidad. Y por suerte para el público, su ausencia no se hizo sentir en el partido.
En el minuto 50, el equipo holandés ya hizo una jugada muy evidente: Frimpong aceleró y se puso mano a mano con Maignan, que ahogó sus gritos con una maravillosa parada. Francia respondió apenas cinco minutos después con un disparo lejano de Griezmann. En el minuto 13, Rabiot tuvo la oportunidad de abrir el marcador en el mano a mano con Verbruggen, pero en lugar de rematar, intentó asistir al citado Antoine, que se equivocó y desperdició una excelente oportunidad.
Ese cuarto de hora es el más tenso, pero eso no significa que lo que sigue sea malo. El partido continuó a un ritmo alto, aunque el equipo hizo ajustes necesarios después de los primeros 20 minutos, lo que se tradujo en menos ocasiones de gol. Los Garros fueron los que más miraron, pero les faltó una pieza clave en los metros finales. Una pieza sentada en un banco con una máscara negra esperando la oportunidad de entrar.
Sin embargo, Mbappé nunca hizo acto de presencia y Francia sintió su ausencia en la segunda parte. Es cierto que tuvo sus ocasiones (Griezmann tuvo una clarísima pero el portero holandés la tapó con un enorme tapón), pero no la aprovechó. Francia casi habría perdido si no fuera porque el árbitro anuló el gol de Harvey Simons.
Tras el disparo del holandés, Maignan hizo una buena intervención y el balón cayó en las manos del joven centrocampista holandés, que disparó cerca del segundo palo. Todo parecía legal y los jugadores de Orange comenzaron a celebrar, pero el juez de línea señaló que el compañero de Simons, Dumfries, que estaba delante del portero, estaba en fuera de juego.
Es cierto que el centrocampista no tocó el balón, pero el árbitro creyó que el jugador estorbaba al portero francés en su camino hacia el balón. Por tanto, se consideró que había participado en la jugada y el gol fue anulado. Fue una decisión controvertida, muy cuestionable por un lado, pero digna de celebración por el otro.
Al final, el partido acabó en empate sin goles, acabando con el récord histórico de 0-0 en más de 50 partidos de Copa de Europa. El resultado no fue bueno para ninguno de los dos equipos: ambos equipos se quedaron con 4 puntos y +1 de diferencia de gol, por lo que eran líderes conjuntos del Grupo D y competirían por la clasificación a octavos de final al día siguiente.