Tarazona devoró al Nàstic en su propio infierno. Su impulso ganador ha dependido de eso en las últimas semanas, con cuatro victorias seguidas y lo que le hace imposible durar incluso con un colchón. En un balón donde la pelota siempre está en llamas, cada balón disputado te acerca al precipicio porque saben que sus milagros requieren intensidad, correr y luchar más que nadie.
El equipo rojo pagó el precio de un mal comienzo de segunda parte en goles y falta de energía. Fue un partido de insomnio, al Tarragona le quedaban cinco minutos para el final de la reanudación. Fue un día muy malo ya que los puntos por ascenso directo se redujeron a 7 puntos mientras que los playoffs se redujeron a 5 puntos. nadie dijo que sería fácil.
La siesta tarraconense empezó con las calles abarrotadas de aficionados del Granas y al final de la siesta 300 aficionados tarraconenses se acercaron al territorio para animar a su selección y al Ayuntamiento. Una vez más, los de Dani Vidal no estuvieron solos en esta ocasión